El mantenimiento de las prendas fitness es esencial para que aguanten en perfectas condiciones por más tiempo. Después de todo, este tipo de ropa deportiva supone una inversión que querrás amortizar lo máximo posible, ¿verdad? A continuación, te ofrecemos las principales claves para ayudarte a cuidar tu equipamiento deportivo.

¿Cómo cuidar de la ropa deportiva?

Los tejidos y materiales que se emplean en la elaboración de cada pieza de ropa determinan los cuidados que estas necesitarán. Esto aplica a todo tipo de prendas, como por ejemplo, unos pantalones vaqueros, una chaqueta de piel o unos simples calcetines.

En el caso de la ropa de gimnasio, estas prendas están creadas a conciencia para garantizar el confort de quienes las llevan, facilitar los movimientos, promover la transpirabilidad y evitar las rozaduras. Por lo tanto, es necesario cuidarla bien para que no pierda estas propiedades y resista el paso del tiempo sin mayor problema.

En este sentido, el lavado es quizá el proceso más crítico. Por eso, lo mejor que puedes hacer es revisar siempre las indicaciones que da el fabricante al respecto, ya sea en la propia etiqueta o en la web donde adquiriste dicha prenda. Sin duda, esta es la mejor opción para saber, con exactitud, cuáles son los cuidados que debes proporcionar a la ropa que estás usando.

No obstante, hay ciertos aspectos generales que te conviene considerar para que el mantenimiento de las prendas fitness sea el adecuado. De este modo, no se deteriorarán ni la funcionalidad ni el aspecto de tu ropa de deporte. ¡Toma nota!

1. Date prisa en lavarla

Tras la práctica de ejercicio, las bacterias del sudor se instalan en la ropa creando el caldo de cultivo que, con el paso del tiempo, causará el mal olor. Por ese motivo, es importante que la laves lo antes posible, sobre todo, si has hecho una rutina de ejercicio muy intensa y has sudado en exceso. De lo contrario, será mucho más difícil eliminar las manchas y el mal olor.

En caso de que no limpies la prenda inmediatamente después de quitártela, airéala para que se seque el sudor. Recuerda que esta sustancia que emite nuestro cuerpo contiene sales y amoniaco que pueden destruir las fibras internas del tejido.

2. Mejor a mano

Si bien es cierto que la ropa fitness está diseñada para ser más duradera y resistente, la lavadora acelera mucho el desgaste. Por eso, lo más recomendable es que optes siempre por lavar todas tus prendas a mano.

¿No puedes o quieres hacerlo de este modo? Entonces, deberás usar la lavadora, pero asegúrate de utilizar el programa para ropa deportiva. Si la tuya no cuenta con uno, basta con que emplees un ciclo para ropa delicada a una temperatura no superior de 30 °C y, por supuesto, prescinde del centrifugado.

Una temperatura superior a los 30 °C puede causar que las manchas de sudor se hagan permanentes. Además, el agua fría hace que los tejidos no pierdan su color y previene el encogimiento de las mismas.

3. Siempre por separado

Ya hemos hablado de que es mejor lavar a mano para el mantenimiento de las prendas fitness. Sin embargo, si utilizas la lavadora, has de prestar especial cuidado y lavar estas piezas de ropa por separado. No importa que tengan un color similar a otras prendas de tu armario, recuerda separar la ropa de deporte del resto de tu colada. Esto es clave para hacer que los colores no se transfieran y las manchen. Otro consejo que te recomendamos poner en práctica es lavar las prendas del revés.

Si no te fuera posible poner una lavadora solo para la ropa de gimnasio, apuesta por meterla dentro de una bolsa de rejilla. Con este elemento, las prendas estarán separadas y protegidas del resto, así como del desgaste que ocasiona el tambor de la lavadora.

4. Cuidado con los productos de limpieza

A la hora de limpiar la ropa, presta atención a los productos que recurres para este propósito. En este sentido, existen dos tipos que es mejor evitar a toda costa:

  • Blanqueadores. Se trata de productos que suelen resultar muy corrosivos, sobre todo, en prendas de fibras delicadas, como es el caso del material deportivo. Acelerar el desgaste o, incluso, crear agujeros son algunos de sus efectos en la ropa.
  • Suavizantes. La ropa deportiva de buena calidad ya es suave de por sí. Por eso, si empleas suavizantes, lo único que conseguirás es dañar la tela y hacer que pierda elasticidad.

Para lavar adecuadamente, usa detergentes o jabones hipoalergénicos que sean suaves. En el mercado, hay productos diseñados de forma específica para esto, ya que son muy eficaces para eliminar manchas y olores gracias a su poder desengrasante.

Asimismo, deberás vigilar la cantidad a utilizar. Ten en cuenta que no por echar más detergente la ropa saldrá más limpia. En ese sentido, el exceso puede tener el efecto contrario al que buscas, pues la acumulación de residuos de jabón provoca que los malos olores queden atrapados en las prendas.

5. Secar al aire libre

Para el secado, lo ideal es tenderlas y dejar que se vayan secando poco a poco. Al igual que ocurre con la lavadora, la secadora somete a los tejidos a unas condiciones que resultan perjudiciales. No solo el roce daña los tejidos, sino que también hay que destacar las altas temperaturas que este electrodoméstico aplica para el secado.

Una vez seca, tu ropa ya estaría lista para ser vestida de nuevo. El planchado no forma parte del mantenimiento de las prendas fitness. Esta acción no es necesaria, ya que la mayoría están diseñadas para evitar las arrugas. Además, es importante señalar que existen microfibras que se pueden fundir con bajas temperaturas.

Como has visto a lo largo de este artículo, el mantenimiento de las prendas fitness es bastante sencillo. Tan solo debes conocer sus particularidades para proporcionar una limpieza y cuidado óptimos. Gracias a estos consejos, estarás listo para aprovechar al máximo tu equipación deportiva y conservarla por mucho más tiempo.

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